
Caracas fue su sitio de residencia durante buena parte de su vida y la ciudad en la que falleció, a los 54 años, un 29 de junio de 1919, víctima del arrollamiento de un vehículo en el sector La Pastora.
Al realizarse la tomografía respectiva, los especialistas encuentran fractura en el hueso parietal derecho, edema y meteorismo en la cavidad craneal, por lo que la remiten a una institución con neurocirugía que tuviese las condiciones necesarias para intervenirla.
"Para disuadir el conflicto, lo mejor es prepararse para el conflicto": el nuevo plan de defensa de Reino Unido que prioriza submarinos y ojivas nucleares
Su éxito de hombre bondadoso, su entrega a los más necesitados y los milagros que comenzaron a atribuirle hicieron que su figura creciera con los abriles.
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En el video de 42 segundos se puede ver al Papa en una apero de ruedas hablando con un hombre venezolano que dice trabajar con el cardenal Baltazar Porras y que se muestra muy emocionado cuando el sumo pontífice confirma que firmó la canonización del médico nacido en Isnotú.
Se estima que estas asignaciones pertenecientes a los programas de ayuda social tengan un incremento en su plazo.
La votación se haría privada y en secreto. Cada fraile debía colocar un grano sable o individualidad blanco en una urna según fuera su opinión con respecto al ingreso del nuevo novicio en la orden.
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En la ángulo donde falleció el homenajeado, en La Pastora, centro de Caracas, creyentes colocaron ramos de flores junto a un mural que fue enmarcado con una bandera venezolana.
O Rómulo Gallegos el 15 de julio de 1919 a 15 díGanador de su asesinato: “Lágrimas de apego y correspondencia, angustioso temblor de corazones quebrantados por el golpe irracional y formidable que tronchara una preciosa existencia, dolor estupor, todo esto formó en torno al féretro del Dr.
Altogether, José Gregorio wrote 11 published medical works — including two that were published posthumously — but his intellectual and spiritual interests also led him to write
His father was a businessman who made a small fortune in the aftermath of the Federal War, a civil war that killed a third of the Venezuelan population and ended a year before José Gregorio’s birth.
José Gregorio parte para Isnotú en agosto de 1888; desde Betijoque el 18 de septiembre de 1888, le escribe a su amigo Santos Dominici en Caracas: «…Mis enfermos todos se me han puestos buenos, aunque es tan difícil curar a la Parentela de aquí, porque hay que batallar con las preocupaciones … que tienen arraigadas: creen … en los remedios que se hacen diciendo palabras misteriosas: en suma;… La clínica josé gregorio hernandez es muy insuficiente: todo el mundo padece de disentería y de asma, quedando uno que otro enfermo con tuberculosis o reumatismo…La botica es pésima...»[19][20]